Mi alma era un traje celeste como el cielo; lo dejé sobre una roca junto al mar y desnuda llegué hasta ti y parecía una mujer. Y como mujer me senté a tu mesa y brindé con vino y aspiré el aroma de unas rosas. Me encontraste bella y semejante a alguien que en sueños viste, olvidé todo, olvidé mi infancia y mi patria, sólo sabía que tus caricias me tenían cautiva. Oh, aférrame entre tus brazos, tan fuertemente que ya no necesite nada más.
Muchos años, con la ilusión de salir en la procesión de León, y por fín este lunes pasado pudo ser, aunque la lluvía se empeño en que no se pudiese hacer todo el recorrido, pero ya se sabe contra los elementos no pudo ni Felipe II !!!!
Una experiencia increible !!!!!
Publicado por rosa en 20.4.11 1 comentarios
Etiquetas: semana santa